En el recodo de un callejón, diez personas se reúnen frente a una mesa. Frente a ellas, una undécima persona, un mago que juega con sus copas, les invita a seguir con la mirada la bola que desaparecerá en unos instantes...
Esta escena pertenece a El Escamotor, un cuadro atribuido a Jérôme Bosch y que se cree que fue realizado entre 1475 y 1505.
Pero la obra no sólo representa una escena de magia ficticia: ¡es un truco de magia en sí mismo! ¿Y si te dijéramos que en realidad no hay 11 personajes (humanos), sino 12? ¿Puedes averiguar dónde está ese misterioso personaje?
¿Y si le decimos que gire la pantalla un cuarto de vuelta en el sentido contrario a las agujas del reloj... y mire la mesa? Se convierte en un personaje en sí mismo, que parece mirar de reojo a los espectadores... ¡como si desviara la mirada del robo en curso, en el que el personaje de la izquierda roba el bolso al de delante! Lo cierto es que, casi medio milenio después de su creación, esta obra no ha dejado de sorprendernos.